Cómo afrontar las preguntas difíciles: 3 principios que pueden ayudar

Analizaremos la forma de buscar respuestas de un modo que fortalece tu fe.

¿Has tenido preguntas sobre el Evangelio o la Iglesia? ¿Te ha preocupado el que tu pregunta pudiera significar que no tienes suficiente fe o que tu testimonio no sea lo suficientemente fuerte?

Las preguntas son una parte normal y necesaria del viaje a través de la vida terrenal. Pueden conducirte a lograr más entendimiento y más fe. Sin embargo, tu actitud, tus motivaciones y el proceso que sigas para buscar las respuestas influye en el resultado.

En Seminario aprenderás estos tres principios de dominio de la doctrina que pueden contribuir a guiarte a las verdades eternas.

  1. Actuar con fe

    Cuando tengas alguna pregunta, puedes actuar con fe al escoger confiar en Dios y acudir a Él primero para obtener respuesta. Dios proporciona respuestas “línea por línea, precepto por precepto” (2 Nefi 28:30). Es importante que confíes en el testimonio que ya tienes en los momentos de duda.

    “… duden de sus dudas antes que dudar de su fe”1. —Élder Dieter F. Uchtdorf

    “… aférrense al conocimiento que ya tienen y manténganse firmes hasta que reciban más conocimiento”2. —Élder Jeffrey R. Holland

  2. Examinar los conceptos y las preguntas desde la perspectiva del Evangelio

    Si consideras las preguntas en el contexto del Plan de Salvación y las enseñanzas del Salvador, puedes empezar a ver las cosas como Dios las ve. Eso te ayudará a volver a examinar tus preguntas con la norma que usa Dios para la verdad, en vez de la norma del mundo.

    “Aferrarnos a la verdad eterna… nos dará la paz que viene de la fe en Jesucristo y del conocimiento de que estamos en el camino hacia la vida eterna”3. —Presidente Dallin H. Oaks

    “Si ustedes hallan algo que parezca bloquear la luz y el gozo del Evangelio en sus vidas, les invito a colocarlo en la perspectiva del Evangelio. Miren a través de los lentes del Evangelio y estén alertas para no dejar que ningún asunto insignificante o intrascendente de la vida les oscurezca su visión del gran plan de felicidad”4. —Élder Gary E. Stevenson

  3. Procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas

    Dios te ha dado diversas fuentes para usar al buscar la verdad. Entre ellas se hallan el Espíritu Santo, las Escrituras, tu familia, los líderes de la Iglesia, e incluso fuentes afuera de la Iglesia que fortalecen tu fe en Jesucristo. Al buscar respuestas, asegúrate de distinguir entre las fuentes que no son fiables y las que son de confianza, lo cual fortalecerá tu fe e invitará al Espíritu Santo a tu vida.

    “Abundantes beneficios… recibirás al esforzarte por ensanchar, extender y aumentar tu comprensión de la verdad. Emplea las Escrituras y las palabras de los profetas para expandir tu conocimiento”5. —Élder Richard G. Scott (1928–2015)

    “… constantemente buscamos la verdad de todos los buenos libros y otros recursos sanos. ‘Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos’ [Artículos de Fe 1:13]”6. —Élder Dieter F. Uchtdorf

¡Pruébalo tú mismo!

Los ejemplos siguientes muestran cómo puede hacerse. Ten en cuenta que estas no son respuestas completas, sino tan solo ejemplos de cómo un joven o una jovencita podría tratar de contestar esas preguntas por sí mismo. Seguramente desearás continuar estudiando y orando en cuanto a los temas sobre los que tengas dudas a fin de hallar respuestas y fortalecer tu testimonio.

¿Por qué el amoroso Padre Celestial permite que sucedan cosas malas?

Actuar con fe: He sentido el amor que Dios me tiene y sé que Él existe, aunque no entiendo por qué Dios permite que sucedan cosas malas.

Examinar los conceptos y las preguntas desde la perspectiva del Evangelio: El albedrío es una parte importante del Plan de Salvación. Dios nos ha enviado a la tierra para que experimentemos pruebas, tomemos decisiones y recibamos un cuerpo físico. Sin embargo, permitir que las personas tomen decisiones significa que en ocasiones la gente elegirá lo incorrecto y afectará la vida de otras personas. Y las pruebas que no son resultado de las malas decisiones —como los desastres naturales, las discapacidades y la muerte, por ejemplo— nos brindan la oportunidad de fortalecer nuestro testimonio y confiar en Dios.

Procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas: ¿Qué nos dicen las Escrituras y los profetas modernos sobre la razón por la que atravesamos dificultades? “… tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará” (D. y C. 121:7–8). El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “… Dios nunca nos deja solos, nunca nos deja sin ayuda en los desafíos que enfrentamos”7. No conozco el motivo de todas mis pruebas, pero creo que Jesucristo llevó a cabo la Expiación por mí y por todas las personas. Puedo acudir a Él y al Padre Celestial para procurar paz, fortaleza y apoyo durante mis pruebas (véase Alma 7:11–12).

¿Cómo puedo distinguir cuando el Espíritu Santo se comunica conmigo?

Actuar con fe: Aunque a veces es difícil para mí distinguir cuándo recibo inspiración, gracias a oír el testimonio de otras personas y a leer las Escrituras, sé que el Espíritu me ayudará a entender si continúo intentando escuchar Su consejo.

Examinar los conceptos y las preguntas desde la perspectiva del Evangelio: Dios nos da el don del Espíritu Santo para que podamos recibir inspiración a fin de hacer lo correcto. Cuando recibo la inspiración de hacer algo bueno, puedo saber que proviene del Espíritu, aunque parezca que se trata de mis propios pensamientos.

Procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas: Las Escrituras enseñan: “Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones” (D. y C. 112:10). El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que el “deseo sincero y la dignidad invitan al espíritu de revelación a nuestra vida”8. Si trato de ser humilde y hago mi máximo esfuerzo para ser digno del Espíritu, el Señor contribuirá a guiarme hasta las respuestas. Él me enseñará el modo en que el Espíritu me habla a mí en particular.

Conclusión

Las preguntas no son una señal de falta de fe; a menudo, son la señal de un testimonio creciente. A medida que actúes con fe, examines los conceptos y las preguntas desde la perspectiva del Evangelio, y procures una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas, podrás hallar respuestas de provecho para tus preguntas y una mayor fe en Jesucristo.

REFERENCIAS

1.Dieter F. Uchtdorf, “Vengan, únanse a nosotros”, Conferencia General de octubre de 2013.

2.Jeffrey R. Holland, “Creo”, Conferencia General de abril de 2013.

3.Dallin H. Oaks, “Cual es su pensamiento en su corazón” (devocional del Sistema Educativo de la Iglesia para los jóvenes adultos, 8 de febrero de 2013), lds.org/prophets-and-apostles.

4.Gary E. Stevenson, “El eclipse espiritual”, Conferencia General de octubre de 2017.

5.Véase Richard G. Scott, “Cómo adquirir conocimiento espiritual”, Conferencia General de octubre de 1993.

6.Dieter F. Uchtdorf, “¿Qué es la verdad?” (devocional del Sistema Educativo de la Iglesia para los jóvenes adultos, 13 de enero de 2013), broadcasts.lds.org.

7.Jeffrey R. Holland, “El ministerio de ángeles”, Conferencia General de octubre de 2008.

8.David A. Bednar, “El espíritu de revelación”, Conferencia General de abril de 2011.

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